La actividad de Fira de Barcelona genera un impacto económico de más de 2.600 MEUR

La actividad de Fira de Barcelona genera un impacto económico anual de 2.624 millones de euros con un Valor Añadido Bruto (VAB) equivalente al 1,21% del PIB de Catalunya y más de 40.000 puestos de trabajo. Estos son algunos de los principales datos del reciente estudio elaborado por ESADE en el que además también se definen las aportaciones de valor social y público que realiza la institución en beneficio de la ciudadanía y el entorno. 
El estudio realizado por la escuela de negocios se centra en la actividad llevada a cabo por Fira en el periodo 2012-2014 en el que se celebraron alrededor de 200 eventos con la participación de más de 27.000 expositores directos y más de 2 millones de visitantes anuales. Constata que la institución es un actor relevante en la creación de riqueza y la dinamización económica y social de su entorno; un importante activo que genera beneficios diversos para participantes y organizadores de eventos, para sus stakeholders y el territorio.
El informe ha sido presentado hoy en el Círculo de Economía por el vicepresidente de esta entidad, Josep Oliu, el presidente del Consejo de Administración de Fira de Barcelona, Josep Lluís Bonet, y el director del Instituto de Gobernanza y Dirección Pública de ESADE, Albert Serra.
El presidente de Fira, Josep Lluís Bonet, ha subrayado la importancia de“actualizar y poner en valor el impacto económico y social de la institución en un momento en el que se está superando la grave crisis económica y, sobre todo, es reconocido su posicionamiento en el contexto ferial internacional, con una diversificada cartera de productos y servicios, y una cada vez mayor dimensión global”.
Generación de empleo
Los salones, congresos y eventos que organiza o atrae Fira tienen un impacto muy positivo en Barcelona, su área de influencia y todo el país, al propiciar actividad económica en ámbitos diversos y contribuir a la generación de negocio de los propios participantes en los eventos y de la industria local, así como de miles de puestos de trabajo.
Para determinar este impacto se ha empleado la metodología de las Tablas Input- Output (TIO) de Catalunya 2011 teniendo en cuenta cuatro variables básicas: los gastos de visitantes y expositores, los operacionales y de funcionamiento, la inversión en infraestructuras e instalaciones y la creación de actividad económica y negocio de sus participantes. El resultado final es fruto de calcular los efectos directos, indirectos e inducidos.
Así, según el informe, el impacto económico total anual de Fira es de 2.624 millones de euros, el cual genera un Valor Añadido Bruto (VAB) de 2.360 millones de euros que equivale al 1,21% del PIB medio de Catalunya.
A su vez, la actividad ferial facilita la creación de 40.580 puestos de trabajo, una ocupación que en un 43% se produce en sectores como la restauración, el alojamiento, el comercio, el transporte y el ocio.
Además, la actividad llevada a cabo en las instalaciones feriales conlleva asimismo retornos impositivos que se traducen en una recaudación fiscal por parte de la Hacienda Pública de 782 millones de euros anuales, procedentes del lVA, el IRPF y el Impuesto de Sociedades.
Visitantes y expositores
Una parte importante del impacto económico (más de 1.000 millones de euros) proviene del gasto de los expositores y visitantes que asisten a los diferentes eventos celebrados en los recintos de Montjuïc y Gran Via. La atracción de participantes profesionales aporta a la ciudad y a su entorno un turismo internacional y de negocios que contribuye a desestacionalizar el flujo de turistas y dotarlo de un perfil más cualitativo.
Por otro lado, uno de los objetivos de Fira de Barcelona es ser apoyo de las empresas y palanca para la creación de negocios y de oportunidades para el tejido productivo del país. En este sentido, además del retorno económico que se genera para los asistentes a un salón, la operativa propia de Fira produce un importante impacto en determinados sectores que, según el estudio, se concentra mayoritariamente en los de restauración, alojamiento, tecnología, comercio, ocio, industria agroalimentaria, actividades inmobiliarias y servicios de transporte.
Los valores sociales de Fira 
Más allá del impacto económico, la interacción de la actividad de la institución con su entorno origina otro tipo de beneficios más difíciles de cuantificar: el impacto social y valor público. Por primera vez Fira aborda de forma metodológica cuál es este impacto e identifica algunas de sus principales aportaciones de valor potencialmente medibles, como un primer paso para un futuro análisis más profundo. De este modo, el estudio de ESADE conceptualiza las seis principales aportaciones en este campo:
Desarrollo económico y productivo: con el que dinamiza el tejido productivo dando oportunidades de negocio e internacionalización, fomentando el emprendimiento y apoyando a las Pymes y al asociacionismo empresarial, e impulsando la innovación a través de la transversalidad de sus eventos.
Espacio público: dotando a las instalaciones que gestiona (cerca de 400.000 m2) de un valor añadido para el ciudadano y generando asimismo un ámbito de socialización e incluso de ocio. El hecho de que Fira ocupe este espacio para desarrollar su actividad ferial y social, y se excluya a otros usos, supone una incuestionable aportación de valor para la ciudad.
Polo de centralidad metropolitana: a través de sus dos recintos (Gran Via y Montjuïc) contribuye a crear dos polos de centralidad urbana atrayendo tanto actividad ciudadana, como mejorando las infraestructuras (transporte público, conexión con el aeropuerto, etc.).
Cohesión social: la naturaleza de sus eventos y sus visitantes crea una experiencia vital y multicultural para los participantes, una fuente de valor que puede considerarse como una contribución a la cohesión social.
Posicionamiento e identidad: con su actividad y la atracción de eventos y visitantes dota a la ciudad y a su área metropolitana de una identidad más internacional y le añade valores empresariales y de negocio, contribuyendo así a darle una imagen global que va más allá de la turística convencional. De la misma manera que Barcelona proporciona señas de identidad a Fira, ésta genera también elementos de identidad a la ciudad.
Conocimiento e innovación: los eventos de la institución son una fuente de creación y transferencia de conocimiento y a la vez un escaparate y un difusor único de las últimas innovaciones en los múltiples sectores económicos e industriales que participan.
Barcelona, 26 de octubre de 2015